Claves para un envejecimiento activo y saludable
El envejecimiento activo y saludable es un objetivo que combina hábitos de vida positivos y una alimentación equilibrada. Ciertos patrones dietéticos, junto con actividad física regular y estimulación cognitiva, pueden mejorar notablemente la calidad de vida en la vejez.
Alimentación como pilar fundamental
Seguir una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos y pescados aporta los nutrientes necesarios para reducir el riesgo de enfermedades crónicas. Las grasas saludables, como las presentes en el aceite de oliva, ayudan a mantener la salud cardiovascular y la función cerebral.
Actividad física adaptada a cada etapa
El ejercicio regular, adaptado a las capacidades de cada persona, mantiene la fuerza muscular, mejora el equilibrio y contribuye al bienestar mental. Actividades como caminar, nadar o practicar yoga son opciones seguras y efectivas.
Estimulación mental y social
Participar en actividades que ejerciten la mente, como la lectura, juegos de memoria o el aprendizaje de nuevas habilidades, ayuda a preservar la función cognitiva. La interacción social, por su parte, reduce el riesgo de depresión y fomenta un sentido de propósito.
Descanso y manejo del estrés
Dormir lo suficiente y manejar el estrés mediante técnicas como la meditación o la respiración profunda fortalece el sistema inmunológico y mejora el estado de ánimo.
Adoptar estas estrategias de manera constante contribuye a mantener la energía, prevenir el deterioro físico y mental, y disfrutar de una vida más plena y autónoma durante la vejez.
Fuente: MDPI
