.

Cómo cambia el descanso y la calidad del sueño con la edad

El descanso y la calidad del sueño en las personas mayores influyen directamente en su bienestar. A medida que envejecemos, el patrón de sueño cambia: se duerme menos, con más despertares nocturnos y un sueño menos profundo. Estos cambios se deben a la reducción de melatonina y a la alteración del ritmo circadiano. Cuando el descanso deja de ser reparador, se incrementa el riesgo de fatiga, irritabilidad y problemas de memoria.

Impacto del descanso en la salud integral

Mantener un buen descanso y una calidad del sueño adecuada mejora la salud física y mental. Dormir bien permite la regeneración celular, equilibra las hormonas y refuerza el sistema inmunológico. En los adultos mayores, también ayuda a conservar la memoria, estabilizar la presión arterial y reducir la ansiedad. Un sueño reparador influye de manera positiva en el estado de ánimo y en la energía para afrontar las actividades diarias.

Factores que afectan el descanso en los mayores

En la vejez, la calidad del sueño puede verse afectada por enfermedades, medicamentos o falta de actividad física. También influyen factores ambientales como el ruido, la iluminación o la temperatura del dormitorio. Para mejorar el descanso y la calidad del sueño, se recomienda establecer horarios regulares, evitar el uso de pantallas antes de dormir y mantener un entorno tranquilo.

Promover un sueño saludable en adultos mayores

Promover un buen descanso en las personas mayores requiere acompañamiento y hábitos saludables. Actividades suaves como caminar o practicar relajación ayudan a conciliar el sueño. En residencias geriátricas, ofrecer un ambiente ventilado y silencioso mejora notablemente la calidad del descanso. Dormir bien no solo previene enfermedades, sino que aumenta la vitalidad y la sensación de bienestar diario.

Fuente: Mayo Clinic

Geriatrico Elisa