Una de las preocupaciones más recurrentes durante la época de vacaciones es el exceso y el impacto de los hábitos inadecuados en la salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un estilo de vida saludable ayuda a prevenir y a controlar las enfermedades crónicas no transmisibles, mejorar la salud mental y favorecer el bienestar.

Es por eso que el club médico deportivo comparte los principales aspectos a tener en cuenta para retomar estos hábitos al volver a la rutina de trabajo o estudio, luego del descanso de mitad de año.

Realice una evaluación de su estado físico

Es indispensable analizar qué aspectos cambian cuando se presentan tiempos de inactividad extensos o cambios abruptos en los estilos de vida. Además, si se cuenta con alguna patología o condición de salud es importante acudir a consulta con un especialista para seguir sus recomendaciones.

“Se debe revisar que el paciente no cuente con lesiones, validar su flexibilidad y fuerza. También es vital realizar una evaluación a nivel cardiovascular, osteomuscular y un análisis de la composición corporal. Los programas deben ser personalizados basándose en estos resultados”, afirmó Alejandro Sarmiento, líder científico de Bodytech.

Diseñe un plan de alimentación

Es importante contar con un plan de alimentación balanceado. Algunos factores a considerar son incluir proteína, frutas sin exceso, verduras, agua e ingesta de omega 3. Adicionalmente, disminuir los carbohidratos simples y acompañar con un programa de entrenamiento.

“Se recomienda consumir cinco porciones de fruta y verduras a la semana, mantener el aporte de proteína para producir saciedad y no perder masa muscular, y consumir grasas saludables como el aguacate y las semillas”, destacó Sarmiento.

Retome el ejercicio de forma moderada

La frecuencia del entrenamiento depende de la actividad física que cada persona haya realizado antes o durante las vacaciones, pero es primordial iniciar de manera paulatina para evitar lesiones.

El error más común es que se comienza a entrenar como si no se hubiera parado, con la misma fuerza, intensidad o cargas y esto puede tener graves implicaciones. Además, la mayoría de las veces existen alteraciones en la flexibilidad y el peso que tienen una incidencia en la resistencia.

Es importante hidratarse antes, durante y después del entrenamiento solo con agua, a excepción de aquellos entrenamientos de más de 45 minutos en los que se recomienda el consumo de electrolitos y carbohidratos para ayudar a la recuperación.

 

FUENTE: ELHERALDO.COM

 

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Geriatrico Elisa