La anafilaxia es una reacción alérgica aguda mediada por IgE que potencialmente pone en peligro la vida y que tiene lugar en personas previamente sensibilizadas cuando vuelven a exponerse al antígeno sensibilizador. Sus síntomas pueden incluir estridor, disnea, sibilancias e hipotensión. El diagnóstico es clínico. El tratamiento se realiza con adrenalina. El broncoespasmo y el edema de la vía aérea superior pueden requerir agonistas beta-adrenérgicos y a veces intubación endotraqueal. La hipotensión persistente requiere líquidos IV y a veces vasopresores.

Síntomas y signos de anafilaxia

Los síntomas de la anafilaxia comienzan dentro de los 15 minutos de la exposición y suelen afectar la piel, las vías aéreas superior o inferior, el aparato cardiovascular y/o el aparato digestivo. Pueden afectarse una o más zonas y los síntomas no siempre progresan de leves (p. ej., urticaria) a graves (p. ej., obstrucción de las vías aéreas, shock refractario), aunque cada paciente manifiesta en forma típica la misma reacción ante una exposición posterior.

Los síntomas van desde leves hasta graves e incluyen eritema, prurito, urticaria, estornudos, rinorrea, náuseas, dolor cólico abdominal, diarrea, una sensación de asfixia o disnea, palpitaciones y mareos.

Los signos de la anafilaxia son hipotensión, taquicardia, urticaria, angioedema, sibilancias, estridor, cianosis y síncope. El shock puede aparecer en pocos minutos y puede ocasionar convulsiones, falta de respuesta a los estímulos hasta la muerte del paciente. El colapso cardiovascular puede aparecer sin síntomas respiratorios o de otro tipo.

Las reacciones de fase tardía pueden ocurrir de 4 a 8 horas después de la exposición o posteriores. Los síntomas y signos son por lo general menos graves que lo que eran al principio y pueden limitarse a la urticaria; sin embargo, pueden ser más graves o letales. Por lo tanto, los pacientes que tienen una reacción anafiláctica deben ser observados en un entorno de cuidados agudos durante varias horas después de la reacción inicial.

Diagnóstico 

  • Evaluación clínica

  • A veces medición de niveles séricos de triptasa

El diagnóstico de la anafilaxia es clínico. Se debe sospechar anafilaxia si alguna de las siguientes ocurre de repente y sin explicación:

  • Shock

  • Síntomas respiratorios (p. ej., disnea, estridor, sibilancias)

  • Dos o más manifestaciones adicionales de posible anafilaxia (p. ej., angioedema, rinorrea, síntomas gastrointestinales)

El riesgo de progresión rápida al shock no deja tiempo para la evaluación, aunque pueden confirmarse casos ambiguos leves midiendo los niveles séricos de triptasa (preferiblemente dentro de las 2 horas de la reacción). Durante la anafilaxia, estos niveles son elevados, y su medición puede ayudar a confirmar el diagnóstico si no está claro o si los síntomas reaparecen (p. ej., después del tratamiento con medicamentos intravenosos).

Tratamiento 

  • Adrenalina administrada rápidamente

  • A veces, intubación

  • Líquidos IV y a veces vasopresores para la hipotensión persistente

  • Antihistamínicos

  • Agonistas beta-adrenérgicos inhalados para broncoconstricción

Las reacciones anafilactoides se tratan de manera similar a las reacciones anafilácticas.

fuente: https://www.msdmanuals.com/es-ve/professional/inmunolog%C3%ADa

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Geriatrico Elisa | Caracas, Venezuela