Un feocromocitoma es un tumor que se suele originar en las células cromafines de las glándulas suprarrenales y causa una secreción excesiva de catecolaminas, hormonas potentes que provocan hipertensión y otros síntomas.
Síntomas del feocromocitoma
Los feocromocitomas pueden ser muy pequeños. Sin embargo, incluso un feocromocitoma pequeño produce grandes cantidades de potentes catecolaminas. Las catecolaminas son hormonas como la epinefrina (adrenalina), la norepinefrina y la dopamina, que tienden a aumentar en gran medida la presión arterial y la frecuencia cardíaca y causar otros síntomas asociados, por lo general, a situaciones potencialmente mortales.
El síntoma principal del feocromocitoma es la hipertensión, que puede ser muy grave. Sin embargo, solo aproximadamente 1 de cada 1000 personas con hipertensión tiene un feocromocitoma. Los síntomas son
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Taquicardia
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Sudoración excesiva
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Aturdimiento al ponerse de pie
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Respiración rápida
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Piel fría y húmeda (sudorosa)
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Dolores de cabeza intensos
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Dolor torácico y de estómago
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Náuseas y vómitos
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Trastornos de la visión
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Hormigueo en los dedos
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Una extraña sensación de inminente fatalidad
Cuando estos síntomas aparecen de forma repentina y brusca, pueden parecerse una crisis de angustia.
En la mitad de las personas afectadas, los síntomas van y vienen, algunas veces desencadenados por la presión sobre el tumor, masajes, fármacos (sobre todo, anestésicos y beta-bloqueantes), traumas emocionales y, en contadas ocasiones, la micción. Sin embargo, suele ser común tener estos síntomas como manifestaciones de un estado de ansiedad, sin que guarden relación con un trastorno glandular.
Diagnóstico
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Análisis de sangre y orina
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Tomografía computarizada o resonancia magnética nuclear
El feocromocitoma es difícil de detectar porque, casi en la mitad de los casos, el único síntoma es la hipertensión persistente. Sin embargo, cuando esta hipertensión aparece en un paciente joven, es intermitente o viene acompañada de otros síntomas de feocromocitoma, se procede a realizar determinados análisis. Por ejemplo, se mide la concentración de ciertas catecolaminas o de sus subproductos en muestras de sangre o de orina.
Debido a la hipertensión y a otros síntomas, puede que se recete un beta-bloqueante antes de saberse que la causa es un feocromocitoma. Pero estos medicamentos empeoran la hipertensión que acompaña a un feocromocitoma. Esta reacción paradójica a menudo aclara el diagnóstico.
Si la concentración de catecolaminas es elevada, la tomografía computarizada (TC), la resonancia magnética nuclear (RMN) u otra prueba de diagnóstico por la imagen permiten localizar el feocromocitoma. También puede ser útil una prueba en que se inyectan sustancias radiactivas que tienen tendencia a acumularse en los feocromocitomas. Posteriormente, se realiza una gammagrafía para determinar dónde se encuentran estas sustancias radiactivas.
Tratamiento del feocromocitoma
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Extirpación quirúrgica del tumor
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Medicamentos para controlar la presión arterial
Por lo general, el mejor tratamiento es la extirpación del feocromocitoma. Sin embargo, la intervención quirúrgica se suele posponer hasta que se logra normalizar la secreción tumoral de catecolaminas mediante la administración de medicamentos, ya que una concentración alta de catecolaminas durante la cirugía es peligrosa. Esta secreción hormonal se detiene con ayuda de la fenoxibenzamina o de un medicamento similar. Una vez conseguido este objetivo, puede administrarse sin riesgo un beta-bloqueante para que los síntomas sigan normalizándose.
Si el feocromocitoma es maligno y se ha extendido, la quimioterapia ya no es eficaz. Algunos fármacos quimioterápicos más nuevos, como la temozolomida y el sunitinib, contribuyen a retrasar el crecimiento del tumor. También puede ser muy eficaz administrar un radioisótopo, como metayodobenzilguanidina (MIBG) u octreotide radiactivo, que se dirige al tejido tumoral. Los efectos peligrosos del exceso de catecolaminas secretadas por el tumor casi siempre pueden evitarse mediante la administración de fenoxibenzamina o un medicamento similar, como doxazosina, y betabloqueantes de forma continua.
Fuente: https://www.msdmanuals.com/es/hogar/trastornos-hormonales-y-metab%C3%B3licos/trastornos-de-las-gl%C3%A1ndulas-suprarrenales/feocromocitoma#Tratamiento_v772752_es