Vitamina A (conocida como Retinol)

Es necesaria para el crecimiento y el desarrollo desde los primeros momentos de la vida; el mantenimiento de la piel, los dientes, los cartílagos y los tejidos en general; para el buen funcionamiento del sistema inmunológico, de la vista y la reproducción.

El grupo de vitamina B

Vitamina B1 (Tiamina)

Ayuda a mantener el buen funcionamiento del sistema nervioso y digestivo.
Además ayuda a las células corporales a convertir los carbohidratos en energía. Obtener suficientes carbohidratos es muy importante durante el embarazo y la lactancia. También es esencial para el funcionamiento del corazón y las neuronas sanas.

Vitamina B2 (Riboflavina)

Colabora para que otras vitaminas se activen y trabajen mejor dentro del organismo, mejora la calidad de los glóbulos rojos y ayuda a que se genere energía para nuestras actividades diarias.

Vitamina B3 (Niacina)

Importante para que se produzca energía en todo el cuerpo y mantener saludable la piel, los huesos y el sistema nervioso.

Vitamina B5 (Ácido Pantoténico)

Es un precursor de la coenzima A, que participa en el metabolismo de energía.

Vitamina B6 (Piridoxina)

Colaborador en el aprovechamiento de las proteínas y grasas. Contribuye a la buena función neurológica y en la generación de sustancias que nos proporcionan sensación de tranquilidad. Ayuda a la formación de glóbulos rojos y anticuerpos que son las defensas del organismo.

Vitamina B7 o B8 (Biotina)

Ayuda al buen desarrollo de las células. Favorece el mantenimiento de las uñas, piel y cabello saludables.

Vitamina B9 (Ácido Fólico)

Esencial en las primeras semanas de gestación para un buen desarrollo del tubo neural en el feto y prevenir ciertas formas de anemia.
Antes y durante el embarazo se debe asegurar el consumo de cantidades adecuadas de ácido fólico. Los niveles bajos de esta vitamina están asociados con defectos congénitos. Muchos alimentos vienen ahora enriquecidos con ácido fólico.

Vitamina B12 (Cobalamina)

Estimula la producción de glóbulos rojos y ayuda a transmitir adecuadamente la información celular y los impulsos nerviosos al resto del cuerpo.

Vitamina C (ácido ascórbico)

Es importante para la formación de colágeno, favorece la absorción del hierro y la cicatrización de heridas.  Tiene propiedades antioxidantes y es necesaria para el óptimo funcionamiento del sistema inmunológico.

Vitamina D (Calciferol)

Es una sustancia esencial para el metabolismo del calcio y la mineralización del hueso.
El cuerpo la produce luego de la exposición a la luz solar. De 10 a 15 minutos de exposición al sol 3 veces a la semana son suficientes para producir los requerimientos corporales de esta vitamina para la mayoría de las personas y en la mayoría de las latitudes. Es posible que las personas que no viven en lugares soleados no produzcan suficiente vitamina D. Es muy difícil obtener suficiente vitamina D únicamente de fuentes alimenticias. Esta vitamina le ayuda al cuerpo a absorber el calcio. Usted necesita el calcio para el desarrollo normal y el mantenimiento de dientes y huesos sanos. Asimismo, ayuda a mantener niveles sanguíneos apropiados de calcio y fósforo.

Vitamina E (Tocoferol)

Tiene una función antioxidante neutralizando los radicales libres, pudiendo proteger a las células de los daños ocasionados por agentes externos y retardando el envejecimiento prematuro. Inhibe la auto oxidación de lípidos en los tejidos.
Ayuda al cuerpo a formar glóbulos rojos y a utilizar la vitamina K.

Vitamina K

Es esencial para el funcionamiento de diversas proteínas que participan en la coagulación de la sangre.
Hay dos formas de vitamina K que se dan de forma natural:
La vitamina K1 (filoquinona), es sintetizada por las plantas.
La vitamina K2 (menaquinona) que está presente principalmente en los productos lácteos.

Las vitaminas se agrupan en dos categorías:

En la primera categoría están las Vitaminas liposolubles que se almacenan en el tejido graso del cuerpo. Las cuatro vitaminas liposolubles son A, D, E y K. Estas vitaminas se absorben más fácilmente por el cuerpo en la presencia de la grasa alimentaria, que existe en los alimentos. Si se toman sólo con agua, el efecto será mínimo y es como si no estuviera tomando nada.

Si estas vitaminas liposolubles se consumen en exceso (más de 10 veces las cantidades recomendadas) pueden resultar tóxicas. Esto les puede ocurrir sobre todo a deportistas, que aunque mantienen una dieta equilibrada recurren a suplementos vitamínicos en dosis elevadas, con la idea de que así pueden aumentar su rendimiento físico. Esto es totalmente falso, así como la creencia de que los niños van a crecer más si toman más vitaminas de las necesarias.

Por otra parte, son bastante estables frente al calor, a diferencia de otras vitaminas. Se absorben en el intestino delgado con la grasa alimentaria y pueden almacenarse en el cuerpo en mayor o menor grado (no se excretan en la orina). Dada a la capacidad de almacenamiento que tienen estas vitaminas no se requiere una ingesta diaria.

En la segunda categoría están las Vitaminas hidrosolubles. El cuerpo las tiene que usar inmediatamente. Toda vitamina hidrosoluble sobrante sale del cuerpo en la orina. La vitamina B12 es la única vitamina hidrosoluble que puede almacenarse en el hígado durante muchos años.

La deficiencia de vitaminas se denomina hipovitaminosis mientras que el nivel excesivo de vitaminas se denomina hipervitaminosis.

La principal fuente de vitaminas son los vegetales crudos o frutas frescas. Hay que evitar los procesos que produzcan pérdidas de vitaminas en nuestros alimentos vegetales:

  • Hay que evitar cocinar los alimentos en exceso. A mucha temperatura o durante mucho tiempo.
  • Echar los alimentos que se vayan a cocer, en el agua ya hirviendo, en vez de llevar el agua a ebullición con ellos dentro.
  • Evitar que los alimentos estén preparados (cocinados, troceados o exprimidos), mucho tiempo antes de comerlos.
  • La piel de las frutas o la cáscara de los cereales contiene muchas vitaminas, por lo que no es conveniente quitarla.
  • Elegir bien los alimentos a la hora de comprarlos. Una mejor calidad redunda en un mayor valor nutritivo.

Aunque la mayoría de los procesamientos, perjudica el contenido vitamínico de los alimentos, algunos procesos biológicos pueden incrementar el contenido de vitaminas en ellos, como por ejemplo:

  • La fermentación del pan, quesos u otros alimentos.
  • La fabricación de yogur mediante bacterias.
  • El curado de jamones y embutidos.
  • El germinado de semillas, para ensaladas.

Así que, con una buena alimentación, podemos suplir las necesidades vitamínicas del cuerpo.

 

FUENTE: TIPS DE SALUD

 

 

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Geriatrico Elisa | Caracas, Venezuela