Por las mañanas mientras esperan la merienda, un grupo de adultos mayores se reúnen en un centro de actividades del Palm Medical Center en la Pequeña Habana, Miami, Florida. Conversan sobre cómo se recuperan de sus tratamientos médicos y de fondo se oyen las canciones de Marc Anthony. A veces hacen clases de zumba, otros días juegan dominó, pero nunca han hecho yoga antes, hasta ese día.
Sin mucho preguntar, sólo confían en lo que la profesora de yoga les dice. Sentados en sus sillas, hacen un círculo, dicen su nombre y brevemente los padecimientos que tienen, para que la instructora los ayude a adaptar las asanas lo mejor que puedan.
Empieza la clase de yoga en sillas, hacen una sesión corta de respiración para traer la atención a sus cuerpos y al espacio que los rodea. Luego empiezan los estiramientos, y con ellos las diferentes instrucciones para cada alumno, aquí como en ninguna otra clase se respeta el que cada cuerpo es diferente a otro.
“No puedo subir el brazo izquierdo por mi marcapaso, me duele”, dice el Sr. José. “No importa, sólo sube el derecho y el otro lo levanta mirando hacia el frente”, responde la profesora.
Entusiasmados, se levantan de sus sillas y se agarran de ellas para hacer Guerrero I con sus modificaciones. Los que no pueden levantarse, entonces ayudan a la profesora a llevar la cuenta para que los alumnos permanezcan en la postura.
Antes de terminar los 40 minutos de yoga en sillas, la profesora les pone unas gotitas de aceite de lavanda en las manos, las frotan y la aspiran, así los prepara para guiarlos en una meditación, con la que se dejan llevar y relajar la mente.
Al finalizar la clase quieren saber más, cuándo será. La semana siguiente se corre la voz y hay más alumnos en la clase de yoga, lo que comenzó con 5 de ellos ahora son 12. Se ríen, participan y al final todos se sienten contentos de hacer algo nuevo, eso que nunca habían hecho antes: yoga.
Muchos de los estudiantes pasan los 65 años de edad, algunos con poca movilidad o problemas serios de salud. Después de unas semanas, la mayoría tiene más balance, se saben las posturas y se ayudan unos a otros a corregirse.
Una de las alumnas, Margarita, dice que lo que más disfruta es la meditación porque la ayuda a olvidar sus problemas de salud y mantener la mente tranquila.
LOS BENEFICIOS DEL YOGA EN ADULTOS MAYORES
La enseñanza del yoga a adultos mayores es una herramienta para ayudarlos a trabajar la coordinación de su cuerpo, los músculos, articulaciones y ligamentos con un bajo impacto, además de ayudarlos a enfocar su mente.
En clases grupales, fomenta la socialización y les permite integrarse y apoyarse, mientras practican yoga con los que tienen su misma edad, se comprenden sus preocupaciones y claro se entienden sus vivencias de antaño.
Según estudios médicos la práctica del yoga en adultos mayores beneficia la densidad ósea.
Además, es una terapia adicional para tratamientos contra la artritis, la esclerosis múltiple, osteoartritis, diabetes y otras enfermedades degenerativas.
Varios estudios clínicos se han enfocado en descubrir cómo impacta la práctica regular del yoga a las personas de la tercera edad. Aunque algunos expresan que aún hay investigaciones por hacer, la práctica de asanas, incluidas las sesiones en sillas, aportan muchos beneficios a los adultos mayores.
“El yoga parece tener un amplio rango de beneficios, entre ellos el incremento de la movilidad; reducción de tropezones y caídas; protege contra el declive cognitivo; aumenta la flexibilidad, la fortaleza y el balance; además mejora la calidad del sueño y el bienestar mental”, concluye el artículo Yoga para un envejecimiento saludable: ¿ciencia o exageración?, publicado en julio de 2021 por la US National Library of Medicine National Institutes of Health.
Otra de los beneficios físicos es que les ayuda a controlar la presión sanguínea, lo cual minimiza el riesgo de enfermedades cardiovasculares o complicaciones en el corazón.
El doctor Eddie Armas, expresó en el website Yoga with Marian que la práctica del yoga permite desarrollar la atención en el momento presente, es un estimulante del riego sanguíneo y “agudiza la percepción audio-visual, fortalece la cognición, y facilita el procesamiento de la información sensorial”.
En las clases de yoga adaptadas a adultos mayores por lo general se usan soportes para darles seguridad. Se ofrecen sillas, bloques, correas, cojines y almohadones para asistirlos mejor en sus capacidades, a fin de evitar lesiones, caídas y por supuesto la frustración de no poder hacer alguna postura.
Por lo general, las clases son a ritmos más pausados como el yoga restaurativo, yoga suave y yin yoga.
Sin embargo, hay quienes mantienen una práctica de yoga por años y su desempeño en el mat desafía su edad, tanto que pueden hacer asanas invertidas o de mayor dificultad, al punto de que son la inspiración a seguir del resto de una clase regular bien sea de Vinyasa, Ashtanga o Power yoga.
Un ejemplo viviente es el maestro de maestros, Sri Dharma Mittra, quien a sus 82 años de edad sigue enseñando clases, liderando entrenamientos de yoga y parándose de cabeza, sosteniéndose sólo con ella.
Al inicio de la pandemia del covid-19 millones de adultos mayores en el mundo quedaron confinados en sus casas o asilos para evitar el contagio, lo cual impactó en sus rutinas de vida y también en sus patrones de ejercitación.
Aunque con la entrada de la vacuna contra el coronavirus algunos han empezado a retomar las salidas, la previsión continua pues la pandemia sigue presente.
La práctica de yoga, incluso online, es una alternativa para que ellos retomen la actividad física de manera progresiva e integral para trabajar su salud mental y espiritual.
Los adultos mayores pueden encontrar en la práctica del yoga, de manera regular y constante (por lo menos dos veces a la semana), una forma de ejercitarse para sumar años saludables a su calidad de vida, elevar su autoestima, ya que los hace sentir capaces de aprender, hacer nuevas amistades y sobre todo darse cuenta de que aún les quedan motivos para disfrutar de la vida a plenitud.
Fuente: https://yogainternational.com/es/article/view/el-yoga-para-adultos-mayores-una-alternativa-para-cuidar-de-su-salud-y-de/