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Una vacuna en investigación para la enfermedad de Lyme, llamada VLA15, ha demostrado ser eficaz y segura en pacientes de entre 5 y 65 años de edad, generando respuestas inmunes particularmente robustas en niños y adolescentes.

Así se desprende de los resultados preliminares de un ensayo clínico de fase 2 que se está llevando a cabo en varios puntos de Estados Unidos en los que la patología es endémica, de los que ha dado cuenta un artículo publicado en la prestigiosa revista médica The Lancet Infectious Diseases

Una vacuna para todas las edades

Concretamente, los investigadores que están desarrollando el suero probaron varios patrones vacunales en una población de 625 participantes que incluían niños, adolescentes y adultos con edades globalmente comprendidas entre los 5 y los 65 años. A estas personas se les asignaron aleatoriamente regímenes de tres dosis, de dos dosis o de ninguna.

Posteriormente, se midió su respuesta inmune frente a la proteína superficial A (OspA) de la espiroqueta (un tipo de bacteria) causante de la enfermedad de Lyme a los siete y a los doce meses, y se recogieron reportes de cualquier efecto adverso local o sistémico que se produjese dentro de los siete días siguientes a la administración de alguna de las dosis.

De este modo, se comprobó que efectivamente la respuesta inmune era significativamente mayor en cualquiera de los grupos que había recibido alguna dosis de la vacuna, y especialmente en el que recibió tres dosis. También se observó que la inmunogenicidad del suero era mayor en los niños y en los adolescentes que en los adultos, tanto en el régimen de dos dosis como en el de tres.

Una respuesta inmune robusta, sobre todo en niños

La presencia de anticuerpos contra la proteína OspA se redujo entre el séptimo y el duodécimo mes, pero aún así se mantuvo por encima del nivel de base en los grupos vacunados.

También se produjeron más efectos secundarios en las personas que recibieron el suero, aunque ninguno de ellos fue grave, por lo que se consideró que la vacuna tiene un buen perfil de seguridad que la hace candidata de seguir probándose en humanos para conseguir una potencial aprobación en el futuro próximo.

En la práctica, este trabajo supone un avance importante en el desarrollo de una vacuna contra la borreliosis de Lyme como herramienta preventiva fundamental. Esto resulta especialmente prometedor y relevante en un contexto en el que esta enfermedad avanza cada vez más su incidencia en países como Estados Unidos o España.

Fuente: 20minutos.es

Geriatrico Elisa