El colesterol alto no siempre se manifiesta de manera visible. Pero por eso es clave que se identifiquen de manera correcta los síntomas que sí se muestran en nuestro aspecto.
Uno de esos síntomas se nota en el dormitorio: diversas investigaciones han demostrado que los hombres con colesterol alto tienen casi el doble de probabilidades de sufrir disfunción eréctil.
Tener el colesterol alto significa tener colesterol en la sangre. Si bien el cuerpo necesita cierta cantidad de colesterol, tener demasiado en nuestro organismo puede ser peligroso.
Esto se debe a que puede acumularse y obstruir las arterias, lo que provoca un proceso conocido como aterosclerosis, en el que los vasos sanguíneos se estrechan y endurecen. Si no se trata, puede provocar un infarto o un derrame cerebral
El colesterol alto suele considerarse un asesino silencioso, ya que no suele presentar síntomas. La mayoría de las personas no se dan cuenta de que tienen el colesterol alto hasta que se hacen un análisis de sangre o sufren un episodio médico asociado.
Un estudio independiente, publicado en la revista Urology, revela que el tipo de colesterol en sangre también altera el riesgo de disfunción eréctil. “Los hombres con disfunción eréctil tienen niveles de lipoproteínas de baja densidad (‘colesterol malo’) significativamente más altos que las personas sanas”, afirma Robert Bradshaw.
Otro estudio reveló que los hombres con niveles más altos de lipoproteína de alta densidad (‘colesterol bueno’) tenían una probabilidad mucho menor de desarrollar disfunción eréctil que aquellos con niveles más bajos, incluso si su colesterol total era el mismo. En resumen: cuanto más alto sea el colesterol, mayor será la probabilidad de tener problemas de erección.
Bradshaw explica que la relación entre el colesterol y la disfunción eréctil se debe a cómo el colesterol afecta el flujo sanguíneo. “Dado que las erecciones dependen de un buen flujo sanguíneo al pene, cualquier cosa que afecte los vasos sanguíneos también puede afectar la capacidad de lograr y mantener una erección”, escribe el autor.
Cualquier persona con colesterol alto tiene exceso de grasa en la sangre, que puede comenzar a acumularse y formar depósitos en el revestimiento de los vasos sanguíneos. Con el tiempo, este daño provoca el estrechamiento de los vasos y la restricción del flujo sanguíneo.
En caso de disfunción eréctil, la reducción del flujo sanguíneo a las arterias del pene puede afectar la capacidad de lograr o mantener una erección. Además, el colesterol alto también puede interferir con la función de los músculos lisos y los nervios periféricos involucrados en el proceso de erección.
Fuente: 20minutos.es
