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Cuidado de la piel en personas mayores: consejos prácticos

Hidratación constante para una piel más suave

El cuidado de la piel en personas mayores es esencial para mantener comodidad y bienestar. Con el paso del tiempo, la piel pierde elasticidad y humedad, lo que aumenta la sequedad. Para mejorar su estado, conviene aplicar cremas hidratantes ricas en lípidos justo después del baño. Estas fórmulas ayudan a retener el agua y fortalecen la barrera cutánea. También es útil usar jabones suaves, sin perfumes y con pH equilibrado. Mantener una buena hidratación oral complementa esta rutina y evita que la piel se reseque con facilidad.

Prevención de irritaciones y lesiones frecuentes

Una parte importante del cuidado de la piel es evitar irritaciones y pequeñas lesiones. Los adultos mayores pueden presentar zonas más frágiles, como codos, piernas y manos. Para protegerlas, se recomienda reducir el uso de agua muy caliente y limitar los baños prolongados. Ropa de algodón y telas suaves disminuyen la fricción y previenen molestias. Además, mantener las uñas cortas minimiza los riesgos al rascarse. Revisar la piel con frecuencia permite identificar sequedad extrema, grietas o enrojecimientos antes de que evolucionen hacia problemas mayores.

Importancia de la protección solar diaria

La protección solar continúa siendo esencial, incluso en edades avanzadas. El cuidado de la piel incluye usar protector solar de amplio espectro en cualquier salida al exterior, ya sea para caminar, hacer compras o pasar tiempo al aire libre. La piel madura es más sensible a la radiación ultravioleta y puede dañarse con exposiciones breves. Sombreros, gafas y ropa ligera ayudan a reforzar esta protección. Adoptar estos hábitos reduce manchas, quemaduras y riesgos asociados a una exposición repetida.

Observación constante y atención a cambios visibles

Otra parte clave del cuidado de la piel es vigilar cambios que puedan indicar problemas. Cualquier mancha nueva, herida persistente o lunar que altere su forma debe evaluarse cuanto antes. También es importante revisar zonas de presión como talones y caderas, ya que pueden desarrollar úlceras si la piel permanece irritada o húmeda. Mantenerla seca y limpia favorece la cicatrización y evita complicaciones. La observación continua, sumada a una rutina diaria ordenada, contribuye a mejorar la salud general de la piel en personas mayores.

Fuente: MedlinePlus

Geriatrico Elisa