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La colitis ulcerosa es una afectación inflamatoria de tipo crónico del tubo digestivo que evoluciona de modo recurrente con brotes. La colitis ulcerosa afecta exclusivamente al colon, siendo la localización más frecuente en el recto. Puede presentar manifestaciones fuera del aparato digestivo como en articulaciones, piel, hígado, ojos.

Existe un aumento de riesgo de padecer cáncer de colon, fundamentalmente, y este riesgo aumenta progresivamente a partir de los 10 años del diagnóstico de la enfermedad. La calidad de vida entre los brotes de esta enfermedad es buena y durante las épocas en las que existe sintomatología es importante contar con la supervisión de su médico.

Por esto es importante el diagnóstico precoz recomendándose un seguimiento endoscópico anual a partir de los 10 años del diagnóstico con toma de biopsias múltiples si no existen zonas sospechosas y biopsias de aquellas zonas sobreelevadas o estrechas.

¿Cuáles son los síntomas de la colitis ulcerosa?

Los síntomas dependen de la localización anatómica y de la severidad de la inflamación. En la colitis ulcerosa la afectación a nivel rectal es lo más habitual siendo el síntoma principal la expulsión de sangre por recto acompañada generalmente de aumento del número de deposiciones.

Se puede asociar dolor abdominal más o menos difuso que mejora inicialmente con la defecación. Puede existir fiebre y pérdida de peso dependiendo de la gravedad, duración y localización del brote.

Los síntomas más habituales son:

  • Expulsión de sangre por el recto.
  • Dolor abdominal.
  • Fiebre.
  • Pérdida de peso.

¿Cuáles son las causas?

No se conoce la causa de esta enfermedad. Existen muchas hipótesis pero la más actual es que sobre una predisposición genética hay una alteración a nivel inmunológico ante antígenos alimentarios o bacterianos. Otras teorías establecen un proceso infeccioso como causa desencadenante de la enfermedad, siendo varios los gérmenes que se han implicado. Todo hace pensar que existen múltiples factores involucrados en el origen de la enfermedad.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de la colitis ulcerosa se realiza con la sospecha clínica y hallazgos radiológicos, endoscópicos e histológicos (biopsia) compatibles. Es importante el diagnóstico precoz recomendándose un seguimiento endoscópico anual a partir de los 10 años del diagnóstico con toma de biopsias múltiples si no existen zonas sospechosas y biopsias de aquellas zonas sobreelevadas o estrechas. Según el resultado del estudio de las muestras se decidirá la actitud que hay que seguir. Los estudios radiológicos (TAC, ecografía, tránsito intestinal) pondrán de manifiesto la extensión de las lesiones y las posibles complicaciones como estenosis (estrechamiento), abscesos, fístulas, etc.

La gammagrafía con leucocitos marcados puede permitir valorar la extensión de la inflamación de la enfermedad, así como distinguir si las zonas con dificultad de paso se deben a la inflamación o al componente cicatricial o fibrótico. En el momento de la aparición de los síntomas se debe diferenciar de otras entidades que cursan con brotes de diarrea, dolor abdominal con sangre y/o fiebre (colitis de origen infeccioso, secundaria a la toma de antibióticos, tuberculosis intestinal, apendicitis aguda, colitis secundaria a radioterapia o de origen vascular…).

¿Cómo se trata la colitis ulcerosa?

En los brotes se pueden utilizar corticoides, 5-ASA, antibióticos, inmunosupresores o metotrexate. Existen otros tratamientos más novedosos basados en la alteración del sistema inmunológico como los anticuerpos monoclonales anti-TNF (como el infliximab, el primero de ellos autorizado). Éstos últimos se deben aplicar en centros de referencia con la finalidad de que estudios posteriores puedan ampliar o no las actuales indicaciones.

Existen otros tratamientos, como la granulocitoaféresis, cuyo objetivo es absorber en una columna de aféresis las células sanguíneas responsables de la perpetuación de la inflamación. Se realiza una sesión semanal, durante cinco semanas. En aquellos pacientes que presentan respuesta clínica se puede plantear un “recuerdo” cada 6 semanas.

fuente: https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/colitis-ulcerosa

Geriatrico Elisa