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Ajustar las porciones sin perder el disfrute

La alimentación balanceada durante diciembre no implica renunciar a los sabores tradicionales. Ajustar las porciones es una estrategia clave para disfrutar sin molestias digestivas ni desbalances nutricionales. Servir cantidades moderadas permite incluir distintos alimentos sin sobrecargar el sistema digestivo. Las preparaciones ricas en grasas o azúcares pueden disfrutarse en pequeñas porciones acompañadas de opciones más ligeras. Mantener un ritmo de comida estable ayuda a evitar picos de hambre que suelen llevar a comer en exceso. Este enfoque favorece la energía diaria y reduce malestares comunes asociados a comidas abundantes.

Priorizar alimentos frescos y de alto valor nutritivo

Los platos típicos de la temporada pueden complementarse con ingredientes frescos que aportan vitaminas, fibra y minerales esenciales. Las frutas de estación, verduras cocidas y proteínas magras equilibran recetas más calóricas. Optar por métodos de cocción sencillos como el vapor o el horno mantiene el sabor sin añadir grasas innecesarias. Los adultos mayores se benefician especialmente de estas combinaciones porque mejoran la digestión y favorecen la hidratación. Incluir pequeñas ensaladas o caldos suaves al inicio de las comidas contribuye a una sensación de saciedad más controlada.

Mantener una hidratación adecuada durante toda la temporada

La hidratación es un componente fundamental de una alimentación balanceada. En diciembre, el aumento de compromisos sociales y cambios en las rutinas puede generar descuidos en el consumo de líquidos. Beber agua de forma regular facilita la digestión y regula la temperatura corporal. Las infusiones suaves y el agua con sabor natural son alternativas adecuadas para quienes buscan variedad. Evitar bebidas muy azucaradas permite mantener niveles de energía más estables. Una buena hidratación favorece la movilidad y el bienestar general, aspectos importantes en personas mayores.

Tomar decisiones conscientes en celebraciones y reuniones

Las celebraciones pueden incluir una gran variedad de platos, por lo que adoptar una estrategia consciente es esencial. Elegir preparaciones con ingredientes sencillos ayuda a controlar la carga calórica sin perder el placer de compartir. Comer lentamente y reconocer las señales de saciedad evita molestias posteriores. Incorporar pausas durante la comida permite distinguir entre apetito real y consumo por impulso. Este enfoque ayuda a mantener hábitos saludables aun en entornos festivos y favorece el bienestar durante toda la temporada.

Fuente: Mayo Clinic

Geriatrico Elisa