A medida que envejecemos, es común que aparezcan diferentes condiciones de salud que requieren tratamiento farmacológico. Esto puede llevar a una situación conocida como “polifarmacia“, que no es otra cosa que el uso de múltiples medicamentos de forma simultánea. Si bien cada medicamento puede ser necesario, gestionar varios a la vez aumenta el riesgo de errores en la toma, interacciones no deseadas y efectos secundarios. Una gestión segura y consciente de la medicación es un pilar esencial para la salud y la seguridad del adulto mayor.
Los Riesgos de la Polifarmacia
Cuando se toman cinco o más medicamentos diferentes, los riesgos se multiplican. Algunos de los problemas más comunes son:
- Interacciones Farmacológicas: Un medicamento puede alterar el efecto de otro, ya sea disminuyendo su eficacia o aumentando su toxicidad.
- Aumento de Efectos Secundarios: La suma de los efectos secundarios de varios fármacos puede provocar mareos, confusión, somnolencia o náuseas, lo que a su vez incrementa el riesgo de caídas.
- Errores en la Dosificación: Es fácil confundirse con los horarios, las dosis o si un medicamento se debe tomar con o sin comida.
- Cascada de Prescripción: Ocurre cuando un efecto secundario de un medicamento es interpretado como un nuevo problema de salud, para el cual se prescribe ¡otro medicamento!
Estrategias para una Gestión Segura de la Medicación
La seguridad del paciente es la máxima prioridad. Aquí hay pasos prácticos que tanto los adultos mayores como sus cuidadores pueden seguir:
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Mantener una Lista Actualizada: Crear y mantener una lista completa de TODOS los medicamentos que se están tomando. Esto incluye:
- Medicamentos recetados.
- Medicamentos de venta libre (analgésicos, antiácidos).
- Vitaminas, suplementos y productos herbales.
- Anotar el nombre del fármaco, la dosis, la frecuencia y el motivo por el que se toma.
- Llevar esta lista a TODAS las citas médicas.
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Centralizar la Farmacia: Utilizar una única farmacia siempre que sea posible. El farmacéutico tendrá un registro completo de todos los medicamentos y podrá identificar posibles interacciones o problemas. El farmacéutico es un recurso de salud invaluable.
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Revisión Periódica con el Médico: Al menos una vez al año, pedir al médico de cabecera que realice una “revisión de la medicación”. En esta cita se evalúa si cada medicamento sigue siendo necesario, si la dosis es la correcta y si hay alguna alternativa más segura. No tengas miedo de preguntar: “¿Realmente necesito seguir tomando esto?”.
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Organización es Clave: Utilizar sistemas que faciliten la toma correcta. Los pastilleros semanales (con compartimentos para cada día y cada hora de toma) son una herramienta excelente para evitar olvidos y duplicaciones.
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Conocer los Medicamentos: Entender para qué sirve cada medicamento, cuáles son sus posibles efectos secundarios y qué hacer si se olvida una dosis. El médico o farmacéutico debe proporcionar esta información.
Conclusión: Empoderamiento a Través del Conocimiento
La gestión de medicamentos no tiene por qué ser abrumadora. Con organización, comunicación abierta con los profesionales de la salud y un enfoque proactivo, es posible minimizar los riesgos y asegurar que el tratamiento farmacológico sea seguro y eficaz. En nuestro centro, la administración de medicamentos es un proceso rigurosamente controlado por personal de enfermería cualificado, garantizando que cada residente reciba su tratamiento de forma precisa y segura, brindando tranquilidad a ellos y a sus familias.
