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La nutrición es la gasolina que nuestro cuerpo necesita para funcionar en cada etapa de la vida. Sin embargo, las necesidades nutricionales de una persona de 70 años no son las mismas que las de una de 30. El metabolismo se ralentiza, el apetito puede disminuir y la capacidad del cuerpo para absorber ciertos nutrientes cambia. Por ello, prestar especial atención a lo que comemos es crucial para mantener la energía, prevenir enfermedades y asegurar un bienestar general. En este artículo, desvelamos las claves de la “nutrición de oro”.

Necesidades Nutricionales Específicas en la Tercera Edad

Con la edad, el cuerpo requiere menos calorías pero, paradójicamente, una mayor densidad de ciertos nutrientes. Aquí los más importantes:

  • Proteínas: Son esenciales para preservar la masa muscular (un proceso conocido como sarcopenia). La pérdida de músculo debilita el cuerpo y aumenta el riesgo de caídas.

    • Fuentes: Pollo, pavo, pescado, huevos, legumbres, tofu y lácteos.
  • Calcio y Vitamina D: Este dúo es indispensable para la salud ósea. El calcio fortalece los huesos y la vitamina D ayuda a que el cuerpo lo absorba. Su déficit puede llevar a la osteoporosis.

    • Fuentes de Calcio: Leche, yogur, queso, brócoli, sardinas.
    • Fuentes de Vitamina D: Pescados grasos (salmón, caballa), huevos y exposición solar moderada y segura.
  • Fibra: Combate el estreñimiento, un problema muy común. Además, ayuda a controlar los niveles de colesterol y azúcar en sangre.

    • Fuentes: Frutas, verduras, legumbres, avena, pan integral.
  • Vitamina B12: Es vital para la salud de los nervios y la producción de glóbulos rojos. La capacidad de absorberla de los alimentos disminuye con la edad.

    • Fuentes: Carnes, pescados, huevos y lácteos. A menudo se recomienda un suplemento.
  • Hidratación: La sensación de sed disminuye con la edad, lo que aumenta el riesgo de deshidratación. La deshidratación puede causar confusión, mareos y fatiga. Es fundamental beber agua a lo largo del día, incluso sin sentir sed.

Consejos Prácticos para una Dieta Saludable

  1. Platos Coloridos: Un plato lleno de colores (verdes de las espinacas, rojos de los tomates, naranjas de las zanahorias) suele ser sinónimo de un plato lleno de nutrientes.
  2. Comidas Pequeñas y Frecuentes: Si el apetito es un problema, es mejor hacer 5 o 6 comidas pequeñas a lo largo del día en lugar de 3 grandes.
  3. Hacer la Comida Apetecible: Utilizar hierbas y especias para dar sabor en lugar de exceso de sal. Una presentación cuidada también puede estimular el apetito.
  4. Socializar en las Comidas: Comer en compañía mejora el estado de ánimo y puede aumentar la ingesta de alimentos. Es un acto social que nutre el cuerpo y el alma.
  5. Consultar al Profesional: Un médico o un nutricionista puede evaluar las necesidades individuales, especialmente si existen enfermedades crónicas como diabetes o hipertensión, y ajustar la dieta.

Conclusión: Comer Bien para Vivir Mejor

Una alimentación adecuada es una de las formas más poderosas de autocuidado en la vejez. No se trata de dietas restrictivas, sino de elegir sabiamente los alimentos que nos nutren y nos dan vida. En nuestro centro geriátrico, la nutrición es una prioridad. Nuestros menús son diseñados por expertos para ser deliciosos, variados y adaptados a las necesidades específicas de cada residente, asegurando que reciban el mejor cuidado en cada plato.

Geriatrico Elisa